En Golden Rose nos preocupamos por resolver todas las dudas de nuestras clientas durante su proceso de compra, por lo cual, estamos seguros de que los siguientes 10 mitos desmentidos te ayudarán a sentirte más segura acerca del producto que estás adquiriendo.

  1. Mito: Las pelucas son incómodas porque dan calor y pican.
    Realidad: Si bien algunas pelucas pueden sentirse incómodas al principio, las pelucas modernas están diseñadas con materiales ligeros y transpirables que minimizan la incomodidad. Nuestras pelucas están hechas para ser cómodas y ajustables.
  2. Mito: Las personas se darán cuenta de que estoy usando una peluca.
    Realidad: En Golden Rose ofrecemos productos con acabados indetectables, tanto en productos nacionales como importados. Además, nosotros te orientamos en cómo colocar tu postizo para que se vea como si fuera tu propio cabello. Por lo tanto, no te preocupes, nadie notará que llevas un postizo puesto.
  3. Mito: Sólo los productos de cabello natural son de buena calidad, no existen pelucas de otros materiales que se vean bien al usarlas.
    Realidad: Es correcto indicar que los productos de cabello natural son de buena calidad pues la misma naturaleza nos ha provisto de dicho material para proteger nuestras cabezas; sin embargo, actualmente existen diversos materiales que simulan eficientemente una fibra humana y con la ventaja de tener un precio hasta 10 veces más económico. Este es el caso de la fibra llamada “modacrílico” que manejamos en Golden Rose. Los productos confeccionados con ella se pueden alisar, ondular y lavar siguiendo los cuidados adecuados.
  4. Mito: Usar peluca dañará mi cabello natural.
    Realidad: Si se usan y cuidan adecuadamente, las pelucas no deben causar daño al cabello natural. De hecho, usar una peluca puede proteger el cabello natural de factores ambientales y manipulación excesiva.
  5. Mito: Las pelucas son costosas y están fuera de mi presupuesto.
    Realidad: El precio de las pelucas puede variar según el tipo de cabello, la costura y el estilo. Aunque hay pelucas de alta gama que pueden ser costosas, también contamos con pelucas a precios accesibles que mantienen una apariencia natural.
  6. Mito: Necesitas ser calvo o estar enfermo para usar una peluca.
    Realidad: Las pelucas no están limitadas solo a personas con pérdida de cabello. Muchos de nuestros clientes usan pelucas por razones estilísticas o para cambiar su apariencia sin dañar su cabello natural.
  7. Mito: Si no tengo cabello, debo aplicarle pegamento a mi peluca para que no se resbale.
    Realidad: Si no tienes cabello y estás usando una peluca, aplicar pegamento no es la única opción pues todas nuestras pelucas vienen con un sistema de ajuste en la nuca para que el postizo se mantenga en su sitio siempre. Incluso, en el caso de pelucas de cabello humano, podemos confeccionarte una peluca a la medida.
  8. Mito: Las pelucas no se pueden lavar ni cuidar.
    Realidad: Las pelucas que vendemos en Golden Rose sí pueden lavarse y cuidarse, aunque requieren un mantenimiento específico para mantener su apariencia y durabilidad. Todas nuestras pelucas vienen con instrucciones de cuidado para que te sea más sencillo mantenerlas en buen estado.
  9. Mito: Usar una peluca es complicado.
    Realidad: Si bien puede haber un período de adaptación para acostumbrarse a usar una peluca, muchos de nuestros clientes primerizos encuentran que es relativamente fácil de manejar. Todos los modelos de peluca que vendemos son pre-estilizados (es decir, vienen listos para ser usados), lo que simplifica el proceso.
  10. Mito: Las pelucas de cabello humano están fabricadas con el cabello de personas fallecidas.
    Realidad: No es cierto que las pelucas de cabello humano están fabricadas con el cabello de personas fallecidas. Esta es una creencia falsa y un mito que ha circulado en algunas culturas y comunidades, pero carece de fundamento y evidencia verificable. El cabello humano que usamos para fabricar nuestras pelucas se obtiene de diversas fuentes como salones de belleza, personas que nos contactan para vender su propio cabello, o de vendedores mayoristas de cabello natural.